Cómo prevenir la muerte súbita en corredores
Nervios, pocas horas de sueño, exceso de cafeína y empezar a correr.
Un dolor en el pecho y, de repente, un profundo desmayo. Pocos han
sobrevivido a un ataque de "muerte súbita". Te mostramos las claves para
evitar este mal asociado al deporte
La muerte súbita asociada al deporte no
es muy común, en un estudio realizado en el Instituto de Toxicología de
Madrid se encontraron 61 muertes en 7 años, casi 9 al año, que
comparadas con el número de muertes en accidente de tráfico en España no
es alarmante. La mayoría de las muertes súbitas asociadas al deporte se
producen por un problema cardiaco y en general son fulminantes.
La
muerte súbita asociada al deportista en el 85% de los casos es
producida por una enfermedad coronaria. Las coronarias son las arterias
rodean al corazón y que aportan la sangre cargada del oxígeno que
necesita para trabajar. En algunas ocasiones sus paredes aumentan de
grosor y se cargan con grasas formando las temidas “placas de ateroma”.
Cuando las arterias coronarias llegan a obstruirse parcialmente aparece
la enfermedad coronaria.
Ahora
imagina lo que ocurre cuando este corazón alterado tiene que realizar
una actividad física, la respiración se acelera y el corazón bombea más
deprisa para hacer llegar más oxígeno a los tejidos, por lo que si los
vasos están parcialmente bloqueados la sangre se acumula en un “cuello
de botella” e incluso algunas placas de ateroma se desprenden, se
producen desgarros en las paredes y empiezan a aparecer coágulos que
pueden obstruir por completo la arteria.
FACTORES DE RIESGO PARA LA MUERTE SÚBITA DURANTE EL EJERCICIO
1. Edad superior a 35-50 años
2. Ser hombre
3. Mujer mayor de 70 años
4. Antecedentes de enfermedad coronaria en la familia
5. Nivel alto de colesterol
6. Tabaco
7. Hipertensión arterial
8. Estrés
MUY IMPORTANTE:
Si tienes dos o más de estos factores de riesgo has de tener en cuenta que la probabilidad de tener un infarto no se suma sino que se multiplica exponencialmente.
Si tienes dos o más de estos factores de riesgo has de tener en cuenta que la probabilidad de tener un infarto no se suma sino que se multiplica exponencialmente.
Si
aparece este problema, una parte del músculo cardiaco deja de recibir
sangre y se muere (infarto es lo mismo que muerte celular). La corriente
eléctrica que se encarga de contraer y relajar el corazón sigue
transmitiendo impulsos y las ondas se propaga sin control por el
corazón, este deja actuar como una bomba que envía sangre a los tejidos.
Si comparamos el corazón con una casa, la muerte súbita se produce
cuando hay un problema “eléctrico”, aunque también suele haber un
problema de “fontanería” que agrava la situación. Si no hay asistencia
médica especializada, el cerebro deja de recibir oxígeno se pierde el
conocimiento y el deportista muere en tres minutos.
La
muerte súbita del deportista afecta a individuos relativamente jóvenes,
con una edad media de 47 años, aunque también hay un grupo de riesgo
entre los adolescentes. Esto se explica porque en las personas jóvenes
las acumulaciones de grasas que forman las placas de ateroma son blandas
y finas, por lo que son aplastadas por el flujo sanguíneo y no
obstruyen la arteria coronaria ni producen síntomas durante el esfuerzo,
digamos que no “avisan”, pero la descarga de adrenalina que se
experimenta durante el ejercicio favorece los latidos irregulares al
excitar el músculo cardiaco por el esfuerzo y contribuyen a la formación
de coágulos. Si se rompe la placa de ateroma estos coágulos son más
eficientes por la adrenalina del esfuerzo y perjudican el problema.
La
pregunta clave es si se pueden prevenir este tipo de muertes dejando de
hacer ejercicio. La respuesta es que aún no se sabe, se reconocen
factores de riesgo como enfermedad ateromatosa coronaria, miocardiopatía
arritmogénica, miocardiopatía hipertrófica, hipertrofia ventricular
izquierda idiomática, anomalías en las arterias, valvulopatías, etc. y
en algunos casos no existe causa conocida.
La
mejor forma de disminuir la incidencia de muerte súbita es la
prevención con un reconocimiento médico, pero no vale cualquier cosa
firmada por un médico, los deportistas deben ir a centros deportivos
médicos especializados donde puedan hacer una historia completa,
exploración física y prueba de esfuerzo cada año. Si detectan alguna
anomalía deben recomendarte una radiografía de tórax y un
electrocardiograma y remitirte a un especialista en el tema. En algunos
países el reconocimiento médico es obligatorio para participar en
eventos deportivos como el maratón.
8 CONSEJOS PARA PREVENIR LA MUERTE SÚBITA
1. Evita los cambios bruscos de temperatura. Al hacer ejercicio el calor o el frío pueden provocar arritmias graves.
2. Controla los cambios de ritmo.
Las series, fartlek, intervalos, etc. son necesarias para mejorar en
casi todos los deportes aeróbicos pero no se deben hacer sin
conocimientos previos, evita siempre los parones o enfriamientos bruscos
en deportes como el tenis, baloncesto, fútbol donde puedes estar sin
jugar unos minutos.
3. Empieza con un calentamiento y termina con enfriamiento. Es algo obvio pero muy pocas personas deportistas lo hacen, especialmente cuando vamos más apurados de tiempo.
4. Motívate con prudencia.
La adrenalina es un arma poderosa, puede hacerte subir una montaña con
tu madre a cuestas si es necesario pero también aumenta el riesgo de
muerte súbita.
5. Cuidado con las sustancias excitantes.
La cafeína, los medicamentos de tipo anfetamina, algunos medicamentos
para el asma que contienen efedrina, etc., estimulan intensamente el
sistema cardiovascular, actúan como la adrenalina y favorecen la
aparición de arritmias. La tolerancia a la cafeína varía mucho en cada
persona, a algunos deportistas un simple té les puede provocar
palpitaciones y otros pueden tomar pastillas con cafeína como si fueran
caramelos, pero nunca puedes fiarte. Puede que un pelotazo de café te
haga correr a tope, pero también puede parar tu corazón.
6. Respeta la digestión.
La digestión es un proceso variable, algunas personas pueden correr
inmediatamente después de una paella y otras tienen que esperar 3 horas
para entrenar después de una comida ligera. Lo que está claro es que la
digestión es un proceso activo que requiere un gran aporte de sangre al
estómago e intestino, reduciendo la cantidad de oxígeno y energía que
llega a los músculos y cerebros.
7. No pierdas de vista la altitud.
Cuanto más alta es una montaña menos oxígeno hay en la atmósfera por lo
que no llega suficiente a los tejidos. El corazón aumenta su ritmo para
compensar la falta de oxígeno pero trabaja en malas condiciones pues el
aire de las montañas también suele ser más frío y seco. Si además le
sumas la deshidratación durante el ejercicio, la montaña puede ser
mortal. Sólo necesitas adaptarte durante unos días a la altitud para
reducir el riesgo como hacen los montañeros expertos.
8. Hidrátate siempre.
La deshidratación se acelera al sudar intensamente durante el
ejercicio. Al perder agua también perdemos minerales en el sudor, y
algunos de estos son muy importantes para regular la contracción
muscular. Por esta razón es muy común que aparezcan calambres musculares
después de un ejercicio extremo. El corazón también es un músculo y la
deshidratación puede provocar una arritmia o la muerte súbita. Para
evitarlo has de hidratarte adecuadamente con agua y sales minerales
siempre antes, durante y después del ejercicio.